Por: Master Patricia Glez. Guevara
El coaching empresarial que ofrecemos en Mujer y Vida Productiva permite orientar y apoyar en las estrategias y toma de decisiones para cumplir esta meta.
La mujer, durante su vida, desarrolla etapas desde la niñez, madurez y hasta su vida en plenitud cuando han pasado por ella varias experiencias de vida. La edad va marcando cambios dignos de aprendizaje y sabiduría. Así mismo, en la vida laboral también transcurre el tiempo y la experiencia se asoma por la ventana.
A partir de la edad madura, entre los 40, 50 y 60 años, la vida cotidiana tiene otros matices, desde que aparece su unión con su pareja, hasta el hecho de ser madre. La toma de decisiones en su vida madura también la lleva por el camino de acercarse y visualizar su Vida Productiva. Es entonces cuando se visualiza que al querer continuar con su inclusión socio laboral, “se topa con la carencia socialmente compartida que considera que el trabajo y la vejez son realidades opuestas” (Dra. Julieta Oddone, Universidad de Buenos Aires).
El mercado laboral, con su látigo inconsciente y no por ello menos cruel, flagela el hecho que una mujer en su plenitud pueda desarrollar plenamente una actividad productiva. Cuando se trata de solicitar empleo, la mayor parte de las vacantes solicitan a mujeres de edad más joven y sus márgenes oscilan entre los 18 y hasta los 40 años en su gran mayoría, y con horarios de extensas jornadas, en ocasiones no aptas para mujeres con hijos en edad del cuidado.
Así pues, en su vaivén y decisión de continuar como una mujer que aporta a la sociedad su conocimiento y experiencia en varias áreas productivas, decide continuar colaborando en un emprendimiento que le permitirá un ingreso y un poco más de libertad de tiempo, y para lo cual es necesario dotarse de información y conocimiento para alcanzar sus metas y expectativas.
La mujer en su edad en plenitud puede entonces dedicarse a actividades productivas que le permitan desarrollarse en un entorno en armonía y, por supuesto, realizando lo que mejor le gusta hacer y lo que es mejor en compañía y con apoyo de su familia.
Algunas actividades que puede realizar son:
- Huertos familiares
- Repostería
- Venta de alimentos
- Manualidades como tejido, pintar madera, hacer bisutería, etc.
- Cuidado de adultos mayores
- Panadería
- Cultora de belleza
Es decir, encontrar de acuerdo a su plan de vida aquella actividad que le guste y le apasione para obtener un ingreso extra y mejorar su calidad de vida.
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